CASOS HISTÓRICOS


tortura en Rohrmoser

Una historia verídica y lo que podemos
hacer al respecto

Una noche en Rohmoser, San José, en una de las supuestamente mejores zonas residenciales de la ciudad, una familia encuentra a un gato que entró en la casa. Reclamando que el gato arañó el sofá y orinó en el piso, la familia (madre, padre y un hijo de 15 años) comenzaron a seguir el gato tratando de agarrarlo. Unos minutes después el hijo mayor regresó a casa con dos amigos. Juntos lograron agarrar el absolutamente asustado animal y comenzaron a golpearlo. Por aproximadamente 20 minutos los muchachos golpearon al gato como si fuera una bola de fútbol, todo esto acompañado por aplausos de la mamá.

Tres personas presenciaron este “evento” — un guarda nicaragüense, un vecino costarricense y una vecina alemana. El guarda interfirió cuando el grupo comenzó a prender fuego al ya casi muerto animal. El señor no quiso fuego en el lugar de su responsabilidad. El vecino costarricense estuvo allí mirando y deseando que se terminara esta tortura, pero al estar atemorizado de los jóvenes, no reaccionó. La vecina alemana desvió la mirada y regresó a su casa.

El próximo día el guarda les preguntaba a todos los vecinos si la “fiesta” en la noche no les molestó, dando todos los detalles a los que quisieron escuchar. El también mostró a los vecinos donde se botó el cadáver del gato.

Al gato ya no se le puede salvar. Los testigos no interfirieron, ni siquiera llamaron a la policía. Esto me decepciona mucho. Pero todavía tenemos una posibilidad de hacer algo al respecto y llevar a los culpables a la justicia. Tenemos fotos del gato muerto y hay 3 testigos que podrían testificar en la corte. Parece un buen caso, ya que vivimos en un país donde hay leyes que protegen a los animales y donde hay organizaciones que pueden ayudar en situaciones como esta. Pero lamentablemente este caso no es tan sólido como parece. El guarda no quiere testificar, tiene miedo de perder su trabajo. La vecina alemana no quiere ser involucrada ya que “vive en Costa Rica hace 15 años y conoce exactamente lo ineficiente que es el sistema legal aquí”. Y el vecino costarricense todavía no ha decidido si quiere ser involucrado.

Hay otros vecinos y ellos están molestos y tratando de hacer algo al respecto. Pero ellos conocen la historia solo de oídos, así que además de estar molestos no pueden hacer nada, al menos en términos legales. Así que la vida continúa como si nada hubiera ocurrido.

Esperemos que por la puerta de esta fatídica casa jamás vuelva a entrar un animal o un ser humano que no haya sido invitado porque, ¿quién sabe qué le podría pasar?

tortura en Rohrmoser

¿Ha tenido alguna experiencia similar? Por favor, cuéntenos su historia.